El tema del amor propio de pronto se puso de moda y ahora esas palabras parecen ser omnipresentes y son aplicadas a todas horas, momentos, en cualquier situación y por cualquiera… sí, por cualquiera, sepa o no lo que realmente significa.
Me entró la verdadera curiosidad y se me hizo fácil buscar en google “¿Qué es el amor propio?”. Para mi sorpresa lo primero que encontré fue lo siguiente:
“amor propio : Consideración y estima que una persona siente por ella misma y por la cual espera ser considerado y estimado por los demás.
Wikipedia da una definición más técnica pero un poco más aceptable para mí:
“El amor propio es un conjunto de percepciones, pensamientos, evaluaciones, sentimientos y tendencias de comportamiento dirigidas hacia nosotros mismos, hacia nuestra manera de ser y de comportarnos, y hacia los rasgos de nuestro cuerpo y nuestro carácter.”
A pesar de no ser muy extensa la definición, lo que valoro es que ésta hace referencia sólo a uno mismo, lo cual se me hace más congruente con el término.
Y bien, después de meditarlo un rato llegué a la conclusión de que cuando se trata de estos términos, la mejor definición no se encuentra en los libros -ni en google-, sino en la calle, en la gente, en las relaciones, en las miradas, en la propia experiencia. Hice mi investigación y me di cuenta de que no se puede saber qué es el amor propio sin antes reflexionar sobre lo que NO es el amor propio. Esto fue lo que encontré:
AMOR PROPIO NO ES…
* Sentir que eres la más bella, inteligente, encantadora y superior a los demás.
* Sentirte con el poder de exigir las cosas que sólo tú crees que “te pertenecen”
* Imponer forma de pensar y tu manera de hacer las cosas.
* Mantenerte a la defensiva de quienes tú crees que se quieren aprovechar de ti.
* Hacer diferencias en tu manera de tratar a las personas con base en lo que tienen, saben, dicen o como actúan.
* Dar, dar y dar de todo y a todos y hacer sacrificios por los demás constantemente, pues eres una “muy buena persona”.
* Negarte a recibir de una persona a manera de “consideración” hacia ella porque a tu criterio está más necesitada que tú.
* Andar dando consejos por la vida parándote como buen ejemplo.
* Compartir y hacer públicos tus reconocimientos y los cumplidos que recibes de los demás y rechazar y evitar las críticas. Al final ambos son sólo juicios de una percepción externa que no define quien en realidad eres.
* Exigir fidelidad y controlar a tu pareja pensando que ésta tiene la obligación de darte seguridad y hacerte feliz.
Finalmente, teniendo en cuenta estos puntos se hizo muchísimo más fácil saber lo que SÍ es el amor propio y es entonces cuando todo empezó a cobrar sentido.

AMOR PROPIO ES…
* Conocerte a ti misma. Ser capaz de responderte las siguientes preguntas: ¿Qué me gusta?, ¿Qué me disgusta?, ¿Qué habilidades tengo?, ¿Cuáles son mis defectos?, ¿De dónde vengo?, ¿A dónde voy?, ¿A dónde quiero ir?, etcétera.
* Saber pedir las cosas que necesitas o deseas sin temor.
* Ser capaz de escuchar las opiniones de los demás, validarlas y respetarlas aunque no las compartas.
* Saber identificar cuando la actitud de alguien en tu vida se ha vuelto tóxica (con agresiones, chantajes emocionales, intentos de manipulación, etc.) y poner límites sanos a tiempo sea quien sea esa persona.
* Sentirte cómoda siendo como eres en cualquier lugar y ante cualquier tipo de persona sin modificar tu comportamiento por querer agradar.
* Sentirte capaz de ofrecer y dar algo a los demás.
* Sentir que mereces y ser capaz de recibir de los demás.
* Ser capaz de formarte una opinión y expresarla.
* Reconocer que puedes aprender y escuchar los consejos de los demás para enriquecer tu vida.
* Practicar sólo observar y vivir sin juzgar a los demás.
* Poder escuchar los cumplidos y las críticas de los demás sin que éstas influyan en la percepción que tienes de ti mismo, es decir, sin que te hagan sentir bien ni mal.
* Relacionarte desde el amor sin apego, sintiéndote segura de ti misma y sabiéndote merecedora de la compañía sincera de las personas, viviendo y disfrutando tu presente y cada momento compartido.
Es increíble cómo me identifiqué con todos los puntos, con lo que no es y con lo que sí es, y es por esto que he concluido que el amor propio no es un estado, sino un proceso, y que todos y todas en algún momento experimentamos ese mismo proceso, que va del casi nulo amor propio a la vaga idea de lo que es y de la búsqueda del mismo pasando por el amor propio equivocado para finalmente ir conociendo al verdadero amor propio, experimentándolo poco a poco y a prueba y error durante períodos cada vez más prolongados y constantes, hasta que nos damos cuenta de que lo estamos de hecho viviendo.
Seguramente he pasado por alto mil puntos más con los que la lista sería interminable, pero hasta aquí la dejo esperando que seas tú la que me ayuda a expandir esta lista con base en tu propia experiencia.
Un abrazo,
Angélica